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testimonios

Cursar Bendiciones Botánicas ha sido extremadamente útil y más divertido que cualquier clase hasta la fecha. El conocimiento que se comparte en este curso me ha dado seguridad para practicar una variedad amplia de remedios y tratamientos tanto preventivos como en momentos que en el pasado me obligarían a salir corriendo para el hospital. Aprendí a confeccionar mis propias infusiones, decocciones, pomadas, aceites botánicos, cataplasmas, tinturas, etc. Inclusive pude convencer a mi abuelita que dejara de usar su crema para dolor corporal, (a base de petróleo,) remplazándola con una pomada que le hice (a base de cera de abejas y mucho Amor.).  La medicina de la tierra nos rodea, es gratuita, y nos permite como pueblo acceso a una salud íntegra. ¡Las plantas, canciones, recetas y enseñanzas que aprendí en este curso serán mis aliadas para siempre! 
 

Almas y Aromas es un puro deleite.  Esencias vivas de lavanda, lúpulo, canela y mejorana . . .  que todo lo mejoran. Aprendimos a elaborar almohaditas aromaterapéuticas, loción a base de pomada, baños de plantas purificadores, y mas. Cremosas lociones, baños de flores, hojas, raíces y almohadas de olores.  Bendiciones de renovación y frescura. ¡Música para la naríz, sanación para el alma! 

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¡El bosque respira!  Aliento que susurró en los oídos de nuestros abuel@s, los poderes sanadores de las plantas que nos rodean. Aliento que vive, al ser retomados los remedios que siglo tras siglo nos mantuvieron vivos, sanos y capacitados para sanar. ¡Aliento ancestral que comparte María Benedetti! 

 

Gerónimo Robaina López

Poeta & Activista Ecológico

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Siempre he creído en el poder de nuestro cuerpo junto a la naturaleza para restablecer su justo balance.  María Benedetti me muestra el “cómo” cuando comparte sus conocimientos y las experiencias que recogió de otros grandes conocedores en el área de bienestar y sanación natural.  Me siento apoderada y bendecida luego de tomar Bendiciones Botánicas, curso que tiene una dimensión añadida de espiritualidad y comunión con nosotros mismos y la naturaleza.

¡He aprendido tanto!  He recibido tanto conocimiento de María, acompañado por el hacer y el creer.  Una combinación perfecta que engrana con otras experiencias de apoyo natural para el bienestar tales como las enseñanzas de mi abuela y el naturópata al igual que mis estudios en ciencias.  Estoy aplicando lo aprendido para mi alimentación y tratamientos naturales, al igual que apoyo a mi familia y amistades.  También estoy feliz porque he podido desarrollar mi huerto casero y soy capaz de identificar especias, medicinas y alimentos en plantas que crecen silvestres en mi patio ya que antes desconocía su utilidad. 

 

Por mucho tiempo tuve la preocupación por mi alimentación ya que dependía de comprar. Ahora puedo decir que he salido de la ‘incapacidad alimentaria.”  Luego de tomar el curso puedo hacer infusiones, caldos, salsas verdes, pestos, condimentos, vinagres, decocciones, ungüentos, alcoholados, tinturas, repelentes, desinfectantes, aceites botánicos y otras cosas para remedios.  ¡Imagínense que puedo suplir mis necesidades saliendo al patio!  Inclusive he desarrollado mi propia línea de productos naturales riquísimos para apoyar la salud, la sanación, la belleza y la relajación.  

Bendiciones Botánicas nos reconecta con lo realmente tradicional en nuestra cultura natural puertorriqueña.  La glorieta de BotaniCultura, lugar en donde tomamos el curso, es el escenario ideal para lograr esa reconexión con nosotros mismos y con la naturaleza.  Gracias, Gracias.  Este curso ha cambiado mi vida.

 

Dra. Igneris Casado Rivera

amante de la naturaleza, asesora en computación y tecnologías y educación a distancia; fundadora de Igni’s Bath, profesora de ciencias, ¡entre otras!

 

 

Mi vida se ha revolucionado desde que comencé mis estudios contigo.  El curso Bendiciones Botánicas despertó un gigante dormido en mi.  Ha sido un bálsamo para mi alma y como una rica y deliciosa tisana de yerbas frescas y flores para mi mente.  El fuego del saber y la fuerza del deseo de adentrar aún más a fondo y aprender acerca de este vasto y fascinante mundo sobrepasa en mi y supera cualquier otro deseo sentido antes. Aprendí de sobremanera y reviví recuerdos de mis abuelos y antepasados que parecían perdidos.  A raíz de tus talleres he leído múltiples libros relacionados con el tema y he experimentado e incorporado en mi vida MUCHO de lo aprendido. Estoy tan agradecido al Universo, a la Madre Tierra, a mis abuelos y antepasados, pero en especial a ti, por haberme guiado en tan noble y poderoso trayecto a través del vasto mundo de la Madre Naturaleza y sus "Bendiciones Botánicas."   ¡Gracias, Gracias,

 

Gracias! 

Luis Ferrer

Terapéuta de Masaje

 

 

¿Qué testimonio puedo dar sobre el cuso que ofreciste?  Las palabras no alcanzan a expresar el bálsamo que me diste.  Muy bien lo has titulado ‘bendiciones botánicas'; pues ha sido precisamente una bendición botánica, orgánica: un retorno a mis raíces, a mi tierra, a mi Ser; a lo que ya sabía y a lo que hay que hacer.

Al compartir ï»¿las tradiciones de este pueblo generoso, afloras mi sed de sana convivencia y danza mi corazón bondadoso.  Una fuerza se me levanta . . . atrapada en mi garganta bajo la ola de McDonalds . . .  En tu curso encontré las aliadas que sanan, que todo el tiempo han estado conmigo; las santas plantas vecinas.

Mis papilas gustativas disfrutaron de un festín en cada encuentro que tuvimos en tu hermoso jardín.  Pero lo que más se llenaba no eran mis tripas sino mi alma.  Al conocer sobre la jagua, al agacharme al nivel de juana, al escuchar los sencillos rituales de la anciana, al beber las aguas comunes.  Al pincharme con la ortiga brava, al conocer la boba, la margarita silvestre, la albahaca santa, la pavona, distinguiendo entre las plantas para preparar las tisanas, decocciones, infusiones; cubriendo plantas con vinagre o haciendo tinturas en alcohol.  Al cantarle a la Vida, al embarrarme de barro, al comer pana hervida con pesto brujo . . . y al comer tanto ajo.  Hasta yendo a la letrina sentí mis células vibrar . . . como una nena chiquita, más que un curso; fue un jugar.  

 

Felícita Mora

madre, artista, entusiasta.

 

 

Gracias a Bendiciones Botánicas, yo tomo una infusión de albahaca todas las mañanas por que me hace bien feliz. Voy y cosecho sus hojas todas las mañanas en el balcón de un segundo piso.  Las plantas son mi alimento y medicina.  La cúrcuma, el orégano, el recao y . . .  cómo olvidar, ¡el ajo! 

Gracias a María, dejé de ver las plantas como sólo cosas que nos daban medicinas. Comencé a respetarlas más y esto me está permitiendo conocerlas un poco más. Ahora mismo salgo a ver las plantas en todos los lugares que me encuentro y puedo identificarlas y nombrar muchos de los posibles usos de ellas.  Los caldos de orégano chiquito en casa son un palo y mis amigos me lo piden cada vez que se enferman.  Todos en la familia nos ponemos tapones de ajo en los oídos cuando sentimos algún catarrito, cuando vamos a dormir.  Jajaja! 

Las plantas están sanando mis heridas que dejó la guerra y estoy muy agradecida de esto. 

 

Nare Tinta Bonita

madre y esposa tatuada, veterana, teatrera, blogger, coleccionista de tatuajes

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After studying Green Medicine under various teachers I came across Maria Benedetti’s book Earth and Spirit and it resonated with me because of the childhood time I spent in Puerto Rico.  It sparked in me the desire to learn about the traditions of healing and the medicinal plants used there.

I e-mailed Maria and wrote to her of my experience when I finished reading her book, which was like travelling with her on her journey seeking the elders in the countryside of Puerto Rico: those who used the traditional medicinal plants from their own backyards for healing the body and the soul.

She was gracious enough to invite me to Puerto Rico and be my mentor. I became her first pioneer on the journey of her intensive correspondece/residential course.  
Prior to our meeting in Puerto Rico, María required several readings and weekly phone meetings to discuss our lessons. We discussed the medicine traditions, indications and practices of our ancestors and I learned about the plants used on the island. This is a physical, mental, and spiritual connection to our whole health.  It was just the introduction my soul was looking for.

I had not been to Puerto Rico since my grandmother had passed away 38 years before.  When I landed in San Juan I felt a sense of belonging and a bittersweet feeling of the wonderful memories of my childhood with my grandmother.  When Maria picked me up from the airport, it felt like we had known each other for a long time.

When I met the plants I had been reading about prior to arriving in Puerto Rico, it was an exciting and emotional moment.  At María's school, I developed a relationship and spiritual communion, both with them and with the earth that my bare feet were finally standing on. I was able to touch the plants, feel them, taste them, smell them, get an understanding of them and what they provide for our health and well being. I learned to hold them, bless them and prepare them as syrups, oils, salves, delicious broths, different types of teas, tinctures, vinegars, in cooking, and most importantly respect them and love them.  And there is so much more!

If you are looking for a more personal relationship with our roots: with the traditional medicinal plants in Puerto Rico as a hands-on and holistic, spiritual experience, then, this is the program for you! 

 

Edna Mieles

Brooklyn, New York

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